viernes, 13 de septiembre de 2013

2 x 3000

Normalmente no solemos poner aquí actividades que no sean "oficiales" del club, pero debido al parón de Agosto y a lo importante del hecho, me he decidido a compartirlo con todos.
Como ya sabéis, en Junio intentamos el Posets por Viadós y todos nos quedamos con las ganas de conseguir nuestro primer tresmil. En ese viaje comenté que había quedado con mis amigos Lafu, Cristobal y Xepo (con quienes tuve el placer de compartir el curso de Alpinismo nivel 1 de la federación), que iban a hacer el tramo aragonés de la alta ruta pirenaica, para coincidir con ellos el día 15 en Benasque y hacer algo juntos, en principio el Aneto. En cuanto lo dije, Javi y Silvia se apuntaron al plan, pero luego, por diversos motivos, éste fue variando hasta el punto que ya no podía coincidir con mis amigos al tener que esperar hasta el día 18. Al final, tras deliberar y buscar los días que podíamos coincidir, decidimos subir los tres, pero descartamos el Aneto por las aglomeraciones de estas fechas. Pensamos en el Mulleres o el Perdiguero, pero Javi, después de ver vídeos de la subida  por Ángel Orús y de la espinita clavada nos convenció a todos (tampoco hizo falta mucho...) y volvimos al Posets.
Así que el día 18 de agosto quedamos a las 8 en el local y salimos para arriba, Javi, Silvia, Josevi que se apunto durante la semana y yo. Quedamos pronto porque había que recoger en Benasque crampones y piolets de alquiler y decidimos, para ir sobrados, recogerlos antes de comer, para así poder hacer la aproximación al refugio con tranquilidad, instalarnos y disfrutar un buen rato antes de la cena (se sirve a las 8) de unas cervecitas en la estupenda terraza con vistas que tiene.
A mitad camino, paramos a almorzar donde siempre, y como nos entretuvimos un poco, al final tuvimos que apretarle al coche para llegar antes de las dos...¡un poco más y se nos trastoca el plan nada más comenzar!


Maletero a tope.


Paradita para almorzar en "las chicas recias"



 Llegamos justo a tiempo, recogimos el material y nos sentamos en una terraza al lado de Barrabés a comer, relajados ya por fin.


Comiendo en Benasque.

Después de comer, un ratito de coche por la pista, como siempre con momentos de esos de cruce con otros vehículos sin sitio, y llegamos al parking de la cascada de Espigantosa. Nos preparamos y para arriba, nos queda un buen rato de autentico disfrute.


Preparando los trastos.

Dispuestos a disfrutar.

Desde el principio el camino es espectacular.

Primeros pasos.

Cascada de Espigantosa.

El reportero Javier.
A nosotros nos costó un poco más...

Pronto cruzamos el río.

Al poco de subir, nos desviamos de la senda para ir a ver la cascada más de cerca, refrescante sitio, pues te caen las gotitas y el vapor del agua al romper contra la roca.


Comenzamos a subir.

La cascada más de cerca.

Silvia en la cascada.

Volvemos a la senda y vamos subiendo poco a poco, parando a menudo, fotos, respiros, llenando el alma de la belleza de este lugar.


La senda sigue espectacular.

Primeros esfuerzos.

Preciosidad de senda.

Cogiendo un poco de aire.

Serpiente tallada.

Disfrutando del camino.


Tramo junto al río.

Foto de grupo.

De vez en cuando nos cruzamos con gente que baja, nos saludamos, y a uno de esos grupos les pregunto "¿habeis subido? ¿que tal?" y me responde un chaval "entre muy bien y maravilloso".
"Buenas espectativas", pienso yo.

Seguimos para arriba.

Otra de grupo.


Parando de vez en cuando.


Mirada atras al valle por el que subimos.

Otra vez se empina.

Superando el desnivel con unas cuantas z.

Ya queda poco.

Y así, sudando de lo lindo pero gozando mucho más, llegamos unas dos horas después al refugio del Forcau, conocido como Ángel Orús.

Ya se ve el refugio.

Silvieta con todo el valle de fondo.

Refugio Ángel Orús.

Josevi contento de llegar.

1 hora en movimiento, con paradas casi el doble.

En cuanto llegamos y nos instalamos en la habitación, nos dimos una duchita y bajamos a echar la cervecita de rigor en la terraza, mientras esperamos la hora de la cena. Estos momentos son de lo mejor, maravillosas vistas, mejores compañias...


Vistas al valle desde la terraza.

Grandes momentos.

Más vistas desde la terraza.

Entre dos rubias, ¿que más se puede pedir?

Gran equipo.

Al caer la noche hacia fresquito.


A las ocho pasamos al comedor a cenar, y luego prontito a la cama, que mañana madrugamos. Como siempre pasa en estos casos, pasamos la noche como podemos, entre ronquidos de unos, ruiditos de otros, unos que entran y otros que salen, pedos, dientes que rechinan, otros que hablan, ¡en fin!. Apenas dormimos cuando suena el despertador, son las 5:15, quizás un poco pronto pues nos dijeron ayer que el desayuno es a las 6, pero tenemos esperanzas de que lo puedan servir un poco antes. Pero no, a las seis en punto abren la paraeta y desayunamos, nos acabamos de preparar y en cuanto podemos, con las frontales puestas, salimos para arriba.


Desayunando muy temprano.

Llenando los depósitos.

Preparados, listos, ¡ya!

4 h 15' para machacas.

El refugio del Forcau con el alba.

Josevi quería subir con la mula...

Nada más salir, vamos por senda bastante empinada ya, pero disfrutando de las primeras luces del día y el paisaje sobrecogedor. Con los primeros esfuerzos pronto nos sobran prendas, por lo que vamos parando de vez en cuando a respirar, quitarnos ropa y demás, mientras va pasando el reguero de gente, ya que todos salimos mas o menos a la misma hora.


Al poco de comenzar.

Primeros tramos de senda.

Cascada espectacular.

Subiendo poco a poco.

Lastima de bruma, sabemos que no habrá grandes vistas hoy, pero mucho ambiente.

Un pequeño descanso en la inclinación de la subida.

Vamos alternando senda con caos de rocas, mas o menos vertical, hasta salir a una zona más arriba donde se separan los caminos, a la derecha vamos hacia el valle de Estós, y nosotros a la izquierda vamos hacia el collado de eriste para desviarnos antes hacia la canal fonda que ya se intuye por donde transcurre.


Caos de rocas empinadito.

Se amplían las vistas.

Aquí se separan los caminos.


Nosotros hacia el collado de eriste.

Subimos un poco y al salir a zona más despejada entra un viento helado que nos hace parar de nuevo a ponernos ropa, seguimos un poco cruzando el arroyo por un puente destartalado por alguna crecida, y llegamos a un punto donde se separan dos sendas. Mi track me indica hacia arriba, por la derecha, pero Josevi lleva otro que va por la izquierda y después se junta, así que seguimos ese pues vemos gente por delante. Al ratito de ir por ahí, vemos claramente la canal fonda a nuestra derecha, y sin embargo el track nos sigue mandando en dirección al collado de eriste. desde donde estamos vemos a la gente que va por delante subiendo mogollón, mucho más arriba del comienzo de la canal, así que, como puede ser que esos estén haciendo otra cosa, como los tres refugios, y no vayan a subir, decidimos subir un poco por una especie de barranquillo sin senda, aunque encontramos algún hito, en dirección a la canal que vemos claramente. Ahora si, poco a poco vamos acercándonos al track que llevo yo, hasta coincidir casi al principio de la canal.
Como ya llevamos un buen rato, paramos aquí a almorzar antes de calzarnos los hierros.


Cruzando el arroyo.


Hace frío de cojones.


Espectacular paisaje.

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Aparecen las primeras nieves.

Subiendo campo a través hacia la canal fonda.

Llegando a la canal.

Reponemos fuerzas y al llegar a la nieve nos calzamos crampones, piolet en mano, y hacemos el primer tramo de los dos que hay con nieve, una lástima no haber venido antes y que estuviese toda la canal nevada, ya que Silvia, Josevi y Javi se estrenan hoy y disfrutan como niños.


La famosa canal fonda.


Con los hierros en mano.

¡Sus primeras cramponeadas!

Caras de sufrimiento, ¿eh?

Al haberse retirado la nieve, el siguiente tramo de canal entre las dos palas es una pedrera inmunda, pero tiene mas o menos senda pisada por el lado izquierdo según se sube (nada que ver con la otra vertiente) y se deja hacer. Pronto nos hacemos con ella y volvemos a calzarnos crampones para afrontar la segunda pala de nieve, con más inclinación, que nos dejará en el collado del diente.


Remontando la pedrera.

Otra vez los crampones.

Preciosa la pala de nieve.

Perfecta para cramponear.

En el collado del diente.

Silvia con el Diente de llardana detrás.

Una vez en el collado, nos quitamos los crampones mientras observamos el imponente diente de llardana, tratando de buscar con la mirada la linea por donde se sube, y la verdad que impresiona. Sé por donde se sube aproximadamente, pero se ve muy expuesto, aunque dicen que fácil. Desde aquí el paisaje es sobrecogedor, todo el circo y toda la cresta del espadas al posets, incluido el famoso paso del funanbulista. Nos quedamos un rato alucinando con una manada de sarrios que van por una pala de nieve bastante inclinada, extasiados ante semejante espectáculo.


Del Espadas....

Continuación hacia el Posets.

Seguimos ahora por un largo tramo de pedrera para subir por la espalda del Posets, aunque también con sendas muy marcadas pero con bastante inclinación, y ya se ve a lo lejos la cima, aunque antes tenemos que acceder a la cresta que nos llevará hasta allí.
En este momento nos cruzamos con los primeros que bajan ya de la cumbre, y para nuestra sorpresa son... ¡un matrimonio suizo que tendrían más de 65 años!  Habían subido sin calzarse los crampones siquiera, con una soltura de andar por la montaña impresionante, daba gusto verlos. Un momento de charla con ellos y continuamos, pues nos queda todavía un rato. A partir de ahora,  nos vamos cruzando con la gente que baja de la cima.


Primeras rampas de la espalda del Posets.

Esta empinadito.

Poco a poco para arriba.

De camino a la cresta.

Al fondo se ve ya la cima.

Maravilloso el Espadas y la cresta.

Gente en la cima del Espadas.

Se acaba por fin la pedrera y da paso a la cresta, mucho mas entretenida, sin complicaciones, en un ambiente montañero tan genial, que se nos hace corta.


Cresteando el Posets.

Buscando el  mejor camino por la cresta.

Ambiente de alta montaña.

Últimos metros.

Y así, disfrutando a tope de la cresta, llegamos a la cumbre del Posets-Llardana, 3369 msnm. 
Además estuvimos prácticamente solos, ya que todo el mundo se había ido para abajo ya, con lo que pudimos estar un buen rato ahí arriba "ensanchando el alma", como diría Extremoduro, pese a las nubes que no dejaban ver gran cosa, pero con una gran satisfacción y alegría de ser tan afortunados por poder estar ahí. Nos abrazamos los cuatro, dimos saltitos, dijimos aquello de "por mi y por todos mis compañeros", acordándonos de todos los amigos que tan cerca se quedaron como nosotros por Viadós y no podían estar hoy aquí. Yo, como siempre, también tuve un pensamiento para mi familia que me comprende y me soporta, permitiéndome estos momentos de expansión.
Luego lo típico, fotos de todos los gustos y colores, mira esto, mira aquello, flipamos un poco con el trozo de cresta super descompuesta que viene de la cima norte y que hubiésemos pasado en Julio...


Allá abajo queda Viadós.

Javi.

Josevi.

Rotipet en su primer tresmil.

Yo, como siempre, dando explicaciones, ¡y el resto pasando de mi! jajaja.

"Sácame con el Espadas detrás..."

Otra, otra...

Haciendo el payaso...debe ser el mal de altura!!!

Silvieta liándose el cigarrito de la victoria.

Nos lo tomamos con mucha tranquilidad, lo hemos conseguido y lo estamos gozando, pero llega el momento de irnos para abajo, todavía nos queda mucho y ya sabemos, "la cima esta en el valle".


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Las nubes nos dejan ver por momentos el paisaje.

Bajando la canal.

El tramo de pedrera entre palas de la canal fonda.

Llegando casi a la otra pala.

Entra la niebla y le da un ambiente alpino a la canal fonda...

En cuanto salimos de la canal fonda decidimos parar a comer, ya que hace bastante del almuerzo y llevamos el picnic del refugio. Reponemos energías y continuamos bajando, las piernas van pesando, sobre todo en los tramos de caos de rocas, que sobrecargan las rodillas un montón.
De repente nos encontramos con uno de esos espectáculos pirenaicos: Una manada de sarrios bastante grande delante de nosotros pastando, y la verdad es que nos acercamos bastante a ellos y aguantaron allí, dejándose ver. Los dejamos en paz en su infinita armonía natural y continuamos, estamos ya cerca del refugio y tenemos ganas de llegar, ducharnos, estirar y arrearnos unas cervezas en la terraza para celebrarlo.


Josevi y la técnica de la fiambrera de su padre.

Grupo de sarrios pastando tranquilamente.

Ya queda menos para llegar.

Al ver la cascada sabemos que estamos cerca.

Llegando al refugio 10 horas después de salir.

Creo que mi gps se ralla.... 3 h 27' en movimiento es muy poco...

De estas cayeron más de una....jejeje.
Que gusto da pasar la tarde así, en la terracita, con el objetivo cumplido, en buena compañía disfrutando de unas cervezas...aprovechamos para debatir el plan de mañana, y al final decidimos que ya tenemos bastante, ya que cualquier plan requiere llegar a casa demasiado tarde.
Josevi si quiere salir a correr, así que nosotros lo esperamos en el refugio y en cuanto llega nos vamos para abajo, comemos en Benasque y caminito para casa, que tenemos unas 5 horas de coche.

Gente saliendo para arriba.

Hoy amanece un día esplendido.

Espectacular momento en la terraza del refu.

Josevi nada mas llegar de correr.

Hoy las vistas desde la cima serian grandiosas.

Nos vamos para abajo, esto se acabó.

De nuevo en el río llegando a la cascada.

Y así, con las piernas como palos, llegamos a casa después de unos maravillosos días.
Unos días después, nuestro amigo Joserra que estaba en Almería con Mónica en su pueblo, hicieron una escapada a sierra nevada y se marcó el Mulhacén en solitario, el segundo tresmil del club.


Joserra en la cima del Mulhacén.

¡Grande Joserra!

El otro día leí una frase que me pareció muy apropiada para definir estas cosas, y voy a terminar esta crónica con ella. Decía así:
"El sufrimiento es pasajero, pero la gloria es para siempre"
Nuestro club de montaña ya tiene sus primeros tresmiles, eso ya queda ahí para siempre, y espero poder hacer muchos más en vuestra compañía.
Nos vemos en las montañas, amigos.

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