martes, 9 de julio de 2013

Vallibona i el rio Cérvol.

Otra vez toca madrugar en domingo...ayer sábado 22 de junio fue la Volta a peu de Canet, donde algunos corrieron representando al club y, como siempre colaboramos en el buen desarrollo de la prueba, tuvimos la obligación de poner la ruta el domingo. Al final, como colaboramos siempre en todos los eventos deportivos que organizan en el pueblo, por esta vez nos dieron fiesta y podríamos haber ido el sábado, pero como fue a última hora y ya estaba decidido, como he dicho antes, otro madrugón dominguero. Además buen madrugón, ya que esta vez nos vamos a la comarca dels ports a seguir los pasos de los amigos de Casiaventurilla y tenemos un par de horas de camino.
Como suele pasar los domingos, pocas personas nos apuntamos a la ruta, en concreto tres, y cuando llego a las 6 de la mañana a la puerta del local, recibo un whatsapp del rojo diciéndome que no vendrá, que acaba de llegar a casa, que la noche le confunde...jajaja, en fin, solo quedamos dos.
Llega Mamen y nos vamos para allá, y sobre las 8 llegamos a Vallibona, bonito pueblo del interior de Castellón, y aparcamos en una plaza junto a un Hostal-restaurante. No hay apenas gente por la calle, se respira tranquilidad, solo unos ciclistas que están alojados se preparan para salir, como nosotros, a disfrutar de estos parajes.
Comenzamos a caminar y en cuanto salimos del pueblo sale una senda hacia arriba por la que hace tiempo que no pasa nadie, y vamos subiendo decididamente hasta que perdemos el trazo. Volvemos un poco para atrás pensando que nos hemos equivocado en un sitio y al llegar allí vemos que tampoco es por allí, así que volvemos a subir poco a poco, y por fin vemos unas marcas casi ilegibles que nos indican el camino, en un desvío por la roca hacia arriba. Seguimos por un tramo casi trepando, donde subimos rápidamente, y comenzamos a disfrutar de las vistas del pueblo en su maravilloso entorno, y no puedo evitar en mis pensamientos, como tantas otras veces, el deseo de una vida rural, mucho más natural.


Precioso entorno, ¿no?.

Una vez arriba, nos alejamos del pueblo por la zona alta de las montañas, en una especie de altiplanicie, sin camino muy definido (tenemos la ayuda inestimable del gps..) y nos encontramos por primera vez con el agua, que baja por el barranco cuyo curso seguimos durante un rato y cruzamos un par de veces, la primera para llegar a un Mas que visitamos, en buenas condiciones, que parece habitado.
Allí Mamen y yo nos preguntamos si lo habitaran de continuo o solo a temporadas, pero alucinamos con las vistas que tienen al abrir las ventanas.


Primer contacto con el agua.

Por ahí lo cruzaremos.

Mamen refrescandose.

Llegamos al Mas.

En muy buenas condiciones, seguramente en uso.

Volvemos al curso del barranco y lo seguimos un poco mas arriba, hasta que nos alejamos un poco de él y vamos por otro tramo sin senda definida, donde un par de veces, pese a llevar el track en el gps, hemos de rectificar un poco la trayectoria, hasta que ya encontramos la senda bien definida.
Llega un punto donde salimos de la zona más boscosa y vamos por un camino más rodado, comenzamos a bajar fuertemente hasta llegar al fondo del barranco de la font de teis, otro curso de agua que debemos cruzar.
El sitio es magnifico y el hambre aprieta ya, así que decidimos almorzar aquí, con el rumor del agua corriendo de fondo en nuestra conversación.


Siguiendo el barranco.

Zona boscosa sin senda definida.

Nuestra elección para el almuerzo.

El barranco aguas abajo.

Recuperadas la fuerzas, cruzamos el riachuelo y ascendemos por el camino entre el bosque en una zona muy bonita, hasta llegar a un cruce donde nos desviamos para ir a visitar la fuente doncella y la cueva de los maquis, que están en un paraje espectacular.
Llegamos a la fuente doncella y disfrutamos un ratito de su entorno, ya que decidimos no subir a la cueva, porque hemos leído que el acceso es por una trepada un tanto peligrosa y solo somos dos...


Entre carrascas.

Otro mas en buen estado.

El murallón donde está la cueva.

Otro curso de agua, esta vez no tenemos que descalzarnos.

Preciosos paisajes.

Espectacular el entorno de la fuente doncella.

Impresionantes carrascas.

Excelente sitio para un vivac.

La fuente doncella.




Volvemos sobre nuestros pasos hasta el cruce anterior y seguimos por el camino que poco a poco se estrecha y vamos descendiendo hasta el barranco del fondo, donde nos encontramos con un espectacular salto de agua que cae desde donde estamos unos 8 o 9 metros, en otro sitio espectacular, y aprovechamos para refrescarnos un poco en sus cristalinas aguas y disfrutar un poco del lugar.

Volvemos al camino...

...que se hace senda.

Cruzamos algunas puertas.

Inmenso paisaje.

Espectacular.

Salto de agua.

Añadir leyenda


No se aprecia bien la altura, pero hay una buena caída.



El agua siempre encuentra su camino.

Seguimos y nada mas cruzar el barranco, subimos un poco y enseguida sale a la izquierda una senda en bajada con otra puerta por donde debemos ir, disfrutando de otro tramo precioso con buenas vistas, agua brotando por todos lados, sombra...en fin, ¿que mas podemos pedir? bueno, quizás mucha más gente para compartirlo...


Nuestro camino.

Llegando al siguiente barranco.

Ahora vamos junto al cauce de otro barranco, el del Cap del terme, hasta que tenemos que cruzarlo. Hace ya un buen rato que Mamen me preguntó si habría que cruzar mas ríos y le dije que no porque así lo pensaba, pero la realidad es que había mucha agua por todas partes y aquí ya nos habíamos cansado de quitarnos y ponernos las botas, con el retraso que supone, y ya cruzamos sin descalzarnos, mojándonos calzado y todo.
Después de cruzarlo, seguimos hasta otro sitio espectacular donde hay un antiguo molino, rodeado de las paredes que encañonan el río y con el prado repleto de amapolas, idílico, vamos.

Barranco del cap del terme.

Mamen fotografiando el interior del molino.

Restos de una vida por desgracia casi olvidada.

Rincón espectacular.


Molí de Rico.


Junto al río encañonado.

Cruzamos de nuevo el río y pronto llegamos a la fuente de la canaleta, donde con la ayuda de una cascara de coco que hay bebemos de sus frescas aguas. Cogemos ahora una senda en ascenso, pero pronto bajamos de nuevo hacia el barranco entre el bosque, rodeados de agua que baja por todos lados y así llegamos al río Cervol, que pronto tenemos que cruzar...un par de veces más!!!
La senda nos lleva hacia el pueblo y pasamos un poco antes de llegar a él por una pequeña capilla donde hay una virgen. Pronto estamos ya viendo el pueblo desde otra panorámica, y una vez allí gozamos de una estupenda comida en el restaurante del pueblo y de la conversión de su dueña, una de esas personas que en cuanto las ves te trasmiten buen rollo.


Agua cayendo por todos lados.

Junto al río Cervol.

Llegando al pueblo.

Desde la terraza del restaurante.

Preciosa balconada.

Primeros platos.

Segundos.

Postres caseros.
Después del café y un ratito de charla, nos ponemos en camino pues nos queda un buen trozo hasta casa, pero volvemos satisfechos porque hemos disfrutado de otra zona espectacular de nuestra tierra.
Solo me queda dedicar unas palabras a Mamen, nuestra última incorporación al club, porque acaba de llegar y ya se encuentra integrada totalmente entre nosotros, como una más, como si estuviera de siempre.
Hasta pronto, amigos, nos vemos por las montañas.

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