Gorgó desde Marines Viejo.

Sin dejar nuestra Calderona, nos aventuramos de nuevo con su mayor altura, el Gorgó (908 m), y como no, han sido nuestras más activas compañeras Mamen y Lou las que se fueron hasta el pueblo de Marines Viejo para hacer la ruta siguiendo los pasos como tantas otras veces de los amigos de casiaventurilla.

Comienza en las mismas calles del pueblo, donde aparcaron junto al restaurante en el que luego iban a comer, para salir por PR y dejarlo al poco por una senda que transcurre junto a una acequia con un bonito trazado, hasta llegar a la pista que remonta el barranco Gascona y luego a la pista del barranco del Cardaire.

Marines Viejo.

Iglesia del pueblo.

¡¡¡Que grandes nuestras chicas!!!

Desgarrado Peñarroya.

Pisteando.

Más pista.

Llegado un momento, se deja la pista por una senda que asciende hasta un collado, y desde aquí también por senda bastante empinada, subir al Gorgó. En la cima hay algo curioso, junto al vértice geodésico, un pilar hecho con piedra de rodeno tan abundante por aquí que tiene dentro un Belén pequeñito.

Cel a borreguets...

Subiendo fuerte por senda.

Empinadilla parece...

Último esfuerzo.

Mamen adorando al niñito Jesús...jajaja.

Vistas desde la cumbre, lástima de nubes.

¡Conseguido!

Después de disfrutar un poquito de la cima toca bajar de vuelta al collado, para coger otra senda que cambia de vertiente y seguimos hasta salir a una pista por la que pasamos junto a un aljibe y unas ruinas.

Por la otra vertiente.

Lou muy interesada con el alcornocal.

De allí vienen...

La rojilla peligrosa...jajaja.

Anda lo que ha hecho Mamen...

Detalle del dintel.

Mamen junto al aljibe.

Desde aquí se sigue a ratos por sendas y a veces por pista hasta llegar al antiguo poblado morisco abandonado de Olla, y desde ahí por una senda en descenso hasta volver a Marines Viejo, donde les espera su reserva en el restaurante para comer.

Masía de Olla.

Castillo del real.

Mamen.

Senda de vuelta a Marines, solo senderistas.

Lou satisfecha.

Ya se ve el pueblo.

Marines Viejo.

¡Terminado!

Suculentos manjares para terminar la jornada.

Así, reponiendo fuerzas (y de qué manera...jajaja) en el Mesón Sierra Calderona, termina esta jornada que supongo genial, el Gorgó no defrauda por ninguna de sus vertientes.
Enhorabuena a las dos por su implicación, y por saber disfrutar de las rutas aunque sean las de casa...
Nos vemos en las montañas.