Calas de la Serra d'Irta.

¡Por fin comenzamos a rutear de nuevo! Después de los meses de verano, donde la actividad del club ha sido poca (bueno, más bien la participación...) y para rematar, las fiestas del pueblo con sus excesos, para comenzar de nuevo la rutina de salir todos los fines de semana escogimos el pasado día 21 de septiembre (Siiii, ya seeee, he tardado mucho en escribiiiir...)una ruta cortita, sin dificultad ni desnivel, un paseo, vamos, pero muy gratificante por las calas de la Serra d'Irta, sacada del blog del amigo Dani Alcalá.

Nos fuimos hasta Alcossebre sin madrugar demasiado, ya que la ruta es corta, y aparcamos al final de una de sus urbanizaciones, donde comienza la ruta. Caminamos al principio por un tramo de asfalto entre chalets, y al poco de salir, giramos una curva y de repente un mirador y una cala preciosa al lado del pueblo. Según la estamos mirando, nos decimos que será un buen sitio para refrescarnos al final de la ruta, al lado ya del coche.

¡Comenzamos!

Nada más pasar la caseta nos encontramos....

...Esta preciosidad.

Junto al pueblo.

Mónica disfrutando de la vista.

Enseguida dejamos de lado el asfalto y cogemos una pista que nos separa un poco del mar, aunque siempre lo tenemos a la vista, y andamos un buen rato por allí en el tramo más soso de la ruta, aunque disfrutando de la compañía, de la conversación y de las vistas al mar que asoman de vez en cuando se hace llevadero.

Pista un poco sosa.

De vez en cuando con vistas al mar.

Un día esplendido.

Nos vamos acercando.

Poco a poco nos acercamos a Cala Argilaga, y al llegar echamos un vistazo pero nosotros continuamos un poco más allá, hasta que dejamos la pista y nos metemos ya hacia el mar.
En cuanto llegamos, nos ponemos a almorzar a la sombra de unos arboles grandes, ya que hace un solano de miedo.

Aquí almorzaremos a la sombra...

...Pero antes nos acercamos a ver las vistas.

Este paisaje nos espera.

El rojo disfrutando como un niño.

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El cafenet con paidoterín.

En cuanto le damos caña al almuerzo, salimos a las rocas y comenzamos el camino de vuelta junto al mar esta vez, nos esperan una sucesión de calas y paisajes marinos espectaculares, pero antes echamos una mirada hacia Peñíscola.

Al fondo Peñíscola.

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Nos ponemos en marcha dirección Alcossebre.

Verderols.

Al poco de salir, nos topamos de nuevo con Cala Argilaga, una preciosidad y la más grande, donde nos encontramos de sopetón con una pareja en bolas tomando el sol tan agusto... dudamos un momento si seguir por ahí o buscar otro sitio por donde pasar para no molestarlos, pero...¿que coño? el monte es de todos, y la playa también, así que tiramos y pasamos junto a ellos sin molestarnos mutuamente para nada. Cruzamos toda la cala  y encontramos alguna pareja más por allí, perfecto sitio, hasta que volvemos de nuevo a las rocas por donde continuamos.

Cala Argilaga.

Por fin tengo minitripode!!!

No, no es Menorca, es la Serra d'Irta.

Vista desde el otro lado.

Nada más pasar la cala, nos encontramos con un vértice geodésico, donde nos hacemos unas fotos antes de continuar.

Com les cabres!!!

¿Es un pájaro? ¿es un avión? No, es Super Rojo!!!

Seguimos avanzando sin dejar de disfrutar ni un momento del abrumador paisaje de esta costa, incluso aunque algunos se empeñen en construirlo todo y de cualquier manera, como el increíble bodrio de apartamentos Prestige...también nos encontramos otras casas maravillosas, pero bajo mi punto de vista igualmente ocupan un espacio que debería ser de disfrute para todo el mundo.

Al fondo asoman los horribles apartamentos.

Éxtasis de roca y mar.

Seguimos avanzando.

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¡Que cosa más fea!

Vista atrás.

Disfrutando del paisaje.

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Otra cala solitaria.

A la altura de los apartamentos dejamos de ir por la misma roca buscando el mejor camino para progresar y cogemos una senda que nos aleja unos metros del mar, pero nos acercamos a él de nuevo de vez en cuando a ver las calas.

Nos alejamos un poco del mar.

¡No te tires!

¡Ah, no! solo va a hacer una foto...

Otra vista atrás.

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Caserón en tierra de todos...solo para unos pocos.

El último tramo del sendero es espectacular, así que casi sin darnos cuenta llegamos al faro de Alcosseber, y desde allí por un precioso paseo hasta el pueblo.
Al final, como no tenemos tiempo para todo, optamos por prescindir del baño en la última cala junto al coche para ir a bebernos la fresquita de rigor antes de volvernos para casa.

Llegando al faro.

Observando el faro.

Por el paseo hacia Alcossebre.

El faro por el otro lado.

Ssshhhhhh, dejémoslos solitos, que están enamorados...jajaja

Algún nene perdió esto...

Fin de la ruta.

Felices y contentos.

La cara de Dori lo dice todo.

Objetivo cumplido con creces, pasamos una mañana super agradable en todos los sentidos, ideal para comenzar nueva etapa, sin forzar apenas y disfrutando de enormes paisajes y de mejores compañias.
Pronto nos esperan retos mayores, mientras tanto, nos vemos por las montañas.