sábado, 1 de febrero de 2014

La Sierra de la Batalla

El primer sábado de Febrero, después de la ferrata del fin de semana anterior y del otro donde estaba programada la cresta del Benicadell (solo para "expertos"), tocaba un poco de senderismo, y nos fuimos a la zona del Penyagolosa para hacer una ruta por la sierra de la batalla, sin subir ningún pico, pero con los alicientes de la zona, hermosos paisajes, toda esa "energía" que ya percibieron en la antiguedad y que llevó a construir el santuario de San Juan de Penyagolosa, y lo mejor de todo, la posibilidad de disfrutar del "cremaet" que hacen en el restaurante.
Además, nos presentamos un grupo más numeroso de lo que viene siendo habitual últimamente, lo que me alegra un montón, y... ¡con nuevas incorporaciones!

La ruta comienza en la zona de acampada "El planàs", que está un poco antes de llegar al ermitorio de San Juan, pero decidimos aparcar en el mismo santuario y, como hacia un frió del carajo, entrar a hacernos un "cremaet" antes de empezar para ir entrando en calor, jejeje...(Algunos insistieron más que otros), pero resultó que no estaba abierto todavía y nos quedamos con las ganas, tuvimos que dejarlo para luego.
Así que empezamos a caminar desde allí mismo, añadiendo algo más de un kilómetro a la ruta, por una pasarela de madera donde ya encontramos restos de las últimas nevadas y que la hacía muy resbaladiza, en dirección a la zona de acampada.


En el Ermitorio de San Juan de Penyagolosa

¡Ella no se resbalaba!

Roberto dispuesto a gozarla.

Llegando a la zona de acampada, pino de 4 troncos.

Cartel explicativo del curioso pino.

 Enseguida cogemos un camino ascendente que se aleja de la zona de acampada, y vamos poco a poco entrando en calor, mientras disfrutamos de las vistas del Gegant de pedra, como dice la canción, con su testa llena de nieve. Al poco dejamos el bosque de pino y entramos en una hermosa zona de robles, todo ello aderezado con algunos tramos del camino cubiertos de nieve todavía.


Daban ganas de subirlo.

Morant con el Penyagolosa al fondo.

Foto de grupo, solo falta Nuria tras la cámara.


Tramos de nieve.

Aún se conservaba algo...

...Y había que aprovechar...a lanzarse bolas!!!

Bego y Silvia.

Va cambiando el bosque.

Rojillo lanzando las hojas al aire....

....y cayéndole encima!!!

Dos nuevos personaje del club, Kriptonita y fumanchú, jajaja.

Poco a poco nos vamos alejando del gegant,  y como el hambre comienza a apretar, vamos buscando un buen lugar para almorzar un poco resguardados del viento helado que nos da de lleno una vez pasado el bosque. Al final, después de seguir durante un rato a ver si encontrábamos algo mejor, paramos al abrigo (poco...) de un murito de piedra, y almorzamos quedándonos como témpanos.


Se va quedando atrás.

y nosotros seguimos avanzando.

Snow Rotipet.

Ni un rayo de sol que nos caliente.

En busca de abrigo para el almuerzo.

En plena faena.

Rica desperados, pero habrá que ir pensando en volver a la botica de vino...

Después del pertinente cafecito, e incluso un traguillo de kripto de la petaca del Rojo para entrar en calor, seguimos adelante y poco a poco, casi sin darnos cuenta cambiamos de vertiente, dejando paso a paisajes quizás menos agrestes, pero no por ello menos hermosos, donde podemos ver la huella del hombre asentado en estos valles.


¡Hacía fesquiviri!

Cambiamos de paisajes.

Pero seguimos disfrutándolos.

Lourdes y Bego.

Uy, casi vamos en fila india...

David, de estreno con nosotros.

Morant y Rojo.

Volvemos ya dirección Penyagolosa.

De pronto llegamos a la zona de un Mas habitado, cerca del cual hay una fuente donde paramos a hacernos la foto de grupo con el minitripode bajo la atenta mirada de un pedazo mastín que había venido ladrando desde allí...¡glups! pero nada, vio que éramos mas y se acojonó...jajaja.
Dejamos atrás el mas del mastín y al poco llegamos a otra zona de massos donde además tienen vacas pastando por allí, cerradas, claro. Nos paramos a verlas un poco y hacemos fotos, y en cuanto nos movemos se vienen detrás de nosotros, pensando que las íbamos a echar de comer.


¡Todo el grupo! Nuria se resistió, pero al final la pillamos...jejeje.

Cara de pocos amigos, pero era solo postura....

Dejamos atrás el mas del mastín...

Y llegamos al mas de las vacas.

Lourdes y superchiqui!!!

Casa reformada y todo...

Después de mover a todo el ganado de vacas de sitio seguimos camino, entrando en un barranquito que nos lleva hasta salir, para mí, al tramo más bonito de la ruta, un tramo del GR que nos devuelve, en medio del bosque, hasta la zona de acampada.


Por el barranco.

Hielo para los cubatas...

Comenzando el GR.

¡Por fin senda!

Rogélido en una especie de refugio.

Avanzando por el GR.

El mejor tramo de la ruta.

De vuelta en "el planàs".

Ya solo nos queda desandar la pasarela de madera hasta el ermitorio y disfrutar de unas merecidas cervecitas y, ahora si, el elixir de los dioses, ese magnífico "cremaet", antes de volvernos para casa.
Cometimos el error de no quedarnos a comer, por tratar de llegar antes, pero al final entre unas cosas y otras llegamos por lo menos a las 4 y sin comer...y nos perdimos la estupenda comida que hacen allí!!! la próxima vez no pasará...jejeje.


Cervecitas y buena compañía.

El Maestro druida...

Morant haciendo de Panoramix.

Bebida de dioses.

Y esto se acabó!!!

En fin, hubiésemos preferido algo más de senda, pero no estuvo mal, buenos paisajes, bonitos bosques, el cremaet...pero lo mejor de todo con diferencia, el grupo algo mas grande. Mencionar especialmente a nuestras dos nuevas incorporaciones, Nuria y David. Poco a poco vamos creciendo, y con gente activa que hace más numeroso el grupo, y siempre con la buena armonía que tenemos desde el principio.
Próximamente más aventuras, siempre en las montañas.

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